Edicion octubre 23, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

Melissa: una advertencia climática para el Caribe colombiano

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Melissa: una advertencia climática para el Caribe colombiano

La tormenta tropical Melissa ha captado la atención de muchas personas debido a su reciente aparición y comportamiento en diversas regiones. Esta tempestad se formó en el Mar Caribe el día 21 de octubre de 2025, aproximadamente 200 km al norte de la península de La Guajira, con vientos máximos sostenidos entre los 75  y 85 km/h. Como fenómeno natural, genera inquietud sobre sus causas, sus posibles impactos en la vida de las comunidades y las medidas que se pueden tomar para mitigar sus efectos.

Melissa se originó a partir de una onda tropical identificada como AL98, que se consolidó en tormenta ciclónica sobre las cálidas aguas del Caribe, donde la evaporación intensa y la acumulación de humedad en la atmósfera generan condiciones propicias para el desarrollo de sistemas de baja presión. Inicialmente se desplazó hacia el oeste y luego se espera que gire hacia el norte, con la posibilidad de intensificarse y convertirse en huracán en los próximos días, potencialmente entre jueves y fin de semana, particularmente acercándose al noreste del Caribe y Haití. 

Es importante destacar que, aunque estos eventos son parte del ciclo natural de la atmósfera, el cambio climático y la variabilidad ambiental pueden influir en su frecuencia e intensidad. Ante esta amenaza ambiental, es fundamental reconocer que la acción individual, aunque valiosa, resulta limitada frente a problemáticas de esta magnitud; se resalta la necesidad del trabajo en equipo, la solidaridad y el compromiso compartido para lograr mitigar los efectos negativos de este evento y construir comunidades más seguras y preparadas para enfrentar cualquier adversidad de eventos extremos generados por las condiciones meteorológicas severas.

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Melissa, como otros fenómenos, puede traer consigo lluvias intensas, vientos fuertes y marejadas que afectan la infraestructura, provocan interrupciones del servicio eléctrico, impactan la economía y el bienestar de las comunidades. En varios territorios del Caribe colombiano, especialmente en La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar y otras zonas costeras, el sistema tropical está generando lluvias de variadas intensidades, ráfagas de viento y aumento del oleaje. Sin embargo, el impacto varía según la preparación y la capacidad de respuesta de cada región.

Melissa indica que la temporada ciclónica 2025 en el Atlántico aún no ha concluido y que las condiciones atmosféricas siguen siendo propicias para la formación y fortalecimiento de disturbios tropicales en octubre. Su desarrollo sobre aguas cálidas y el avance hacia áreas con poblaciones vulnerables pone en evidencia la importancia de los sistemas de monitoreo meteorológico y la preparación de emergencias en zonas propensas.

Ante la amenaza es fundamental mantenerse informado a través de fuentes oficiales, proteger viviendas, contar con provisiones básicas y atender las recomendaciones de las autoridades. La prevención y el sentido común debe convertirse en una cultura, no en una reacción.

Aunque su origen responde a procesos naturales, el impacto final depende en gran medida de la capacidad de adaptación y respuesta de la sociedad. Reflexionar sobre estos fenómenos nos invita a fortalecer la cultura de precaución y a valorar el monitoreo constante, como herramientas esenciales para proteger la vida y el entorno frente a los desafíos del clima.

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