
14. “Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en las nubes”.
17. Dijo, pues, Dios a Noé: “Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y todo lo que tiene vida sobre la tierra”.
Génesis 9.
Al hombre que había salvado del diluvio, Dios le da la misma bendición y ministerio que había dado en la creación: “Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra”. Por este motivo, algunos llaman al diluvio segunda creación de Dios. Noé y sus hijos reciben autoridad para gobernar a los demás seres de la creación. Infundirán temor y miedo a todos los demás seres vivientes, por su autoridad. Además, Dios les da otro privilegio que antes no gozaban, como es consumir carne.
La sangre es fuente de vida. Dios prohíbe al hombre hacer ciertas cosas, y le ordena dedicarse a la fructificación y multiplicación de la creación. Dios prohíbe al hombre comer carne con sangre, y cometer homicidio. El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, por tanto, la vida humana tiene un valor sin par. Debemos valorar y respetar la vida del prójimo. El homicidio es un pecado que enfrenta a Dios como Creador, siendo dueño de la vida.

La vida de todo ser viviente se fundamenta en la promesa de Dios. Él establece un nuevo pacto con los que se salvaron del diluvio: Noé y sus descendientes, como también los animales del arca. Como señal de que no volverá a destruir la tierra, Dios puso su arco en las nubes. Él mismo lo puso como señal, para recordar siempre Su pacto, cuyo fundamento es Su gracia incondicional.
Cuando salen del arca, Dios le dice a Noé y su familia: “Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra”. Sin embargo, ya no les da la orden de “someter y ejercer potestad” sobre la tierra, porque los humanos habían cometido pecados, y existía el riesgo de que destruyeran el mundo creado, por el mal uso de su poder espiritual. Luego, les ordena no comer carne con su vida, que es su sangre.
Dios prohíbe esto para hacernos comprender el valor de la vida. Y finalmente, dice que no volverá a destruir la tierra con un diluvio. Después del diluvio, cada vez que el hombre ve nubes, no puede evitar preocuparse por un juicio de Dios. Dios hizo el pacto del arco iris para liberar a la humanidad de ese tipo de temores e incertidumbre.
Dios hizo un pacto con la familia de Noé y, como señal del mismo, puso Su arco iris en las nubes. Dios les guarde.