
“Donde hay una alumna cosafista hay una dama” nos enseñaron las hermanas Terciarias Capuchinas en la década de los noventa en la que muchísimas jóvenes riohacheras, cursábamos el bachillerato en el Colegio Sagrada Familia. En 1995 estando en décimo grado, viviríamos una fiesta preciosa pues el colegio llegaba por fin, a sus 90 años. Entre bailes magistralmente preparados previamente con meses de anticipación y contando con el liderazgo del célebre coreógrafo Gary Julio Escudero (Q.E.P.D.), hicimos en aquella noche de gala nuestra gran presentación. Los distintos grupos de estudiantes organizadas por grados, hicimos un recorrido de aires musicales desde principios del siglo XX en que arribaron las primeras misioneras, hasta aquel tiempo presente. Con obras de teatro, concursos, discursos y por supuesto, una eucaristía solemne, se celebró el magno aniversario con el lema “18 lustros de paz y bien, ilustran nuestro colegio” cuya propuesta de logo y slogan había presentado nuestro grupo décimo A, resultando ganadoras de la convocatoria. De aquellos momentos quedaron las hermosas fotografías que se guardan como parte del álbum del corazón y que cada tanto se desempolvan para terminar inevitablemente, reencontrándonos de repente con aquellos inolvidables momentos vividos por la entusiasta adolescente que un día, muchas fuimos.

La misión educadora que fundara Fray Luis Amigó y Ferrer con tan solo 30 años en Masamagrell, sería la que marcaría la huella trascendentemente amorosa que continuaría recorriendo otros países de Suramérica y cuya primera casa en América sería Riohacha desde abril de 1905, habiendo partido un mes atrás de Barcelona. Visitación De Manises, Comisaria y Superiora de la Casa de Riohacha, las madres Isabel De Bonisa, Clara De Beniarjó, Purificación de Navarrés y Elena de Barranquilla, llegaron para iniciar el camino de servicio que recientemente celebró 120 años, integrándose al feliz acontecimiento toda la comunidad educativa.

En la semana del 25 al 29 de agosto con un desfile nocturno de faroles, actividades deportivas, presentaciones artísticas y una hermosa eucaristía presidida por Monseñor Francisco Ceballos Escobar, y concelebrada con varios sacerdotes de la Diócesis de Riohacha, se conmemoraron doce décadas de misión evangelizadora y educativa en La Guajira. Se recibió además, con gran alegría, la visita en Riohacha de la Vicaria General, hermana Maria Luisa García Casamian desde España y otras hermanas de la congregación quien con satisfacción dio un emotivo discurso para el deleite de los presentes. Se destacó la hermosa presentación del coro del colegio dirigido exitosamente por la pianista y músico Karla Bonivento.

Hoy desde la mirada de una madre de familia quien egresara de ese plantel el 1996, celebro la decisión de integrar como estudiantes a niños, tomada hace varios años por la congregación, pues cuando estudié, nuestro colegio era netamente femenino.

Se conservan eso sí, para fortuna de nuestra gente, los valores como escenario primario de encuentro e interacción de todos los estamentos, y eso es crucial para la sensación de tranquilidad y satisfacción de las madres y padres de familia que motivados por ello principalmente, llevamos a ese colegio a nuestros más grandes tesoros.

Felicitaciones a las hermanas Terciarias Capuchinas que hoy lideran en Riohacha el Colegio Sagrada Familia. A la rectora, Nelly Rocío Cely Niño, y a quienes la acompañan, la hermana Judith, la muy querida hermana Alicia Betancur quien fuera mi profesora de grupo cursando séptimo grado en 1992, y a nuestra estimada y carismática coordinadora de disciplina de aquel entonces, la hermana Inés Lucía, quien volvió al colegio este año. Todas ellas, como en su momento lo hizo la admirada hermana Teodosia Josefina Zuñiga Deluque (Q.E.P.D.) quien fuera rectora, y los esforzados docentes quienes quedaron en el corazón de nosotras las damas cosafistas, con compromiso férreo y dedicación diaria, concentran encomiables esfuerzos para formar a la niñez y la juventud local, bajo los sabios preceptos amigonianos inspirados por aquel soñador y visionario padre fundador, y consolidado por el sublime toque femenino de valerosas mujeres que surcaron el inhóspito océano atlántico para hacer realidad una misión educativa que se continúa sustentando en la fe, los valores humanos y el amor para bendición de Riohacha. ¡Gracias por tanto!
