Inocentadas del presidente con los guajiros
Se adelantó el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes en Colombia, por cuenta de la visita del presidente Petro a La Guajira, quien visitó Riohacha y echó carreta como siempre. Asistió a la posesión del nuevo Procurador General, Gregorio Eljach, y celebró acuerdos con el presidente Leslie Voltaire de Haití en comercio, turismo y cultura. El chiste cantinflesco de Petro esta vez fue la construcción de un “tren bala” para incentivar el turismo en La Guajira.
El país y el mundo conocen la mitomanía crónica que padece el presidente, y saben que solo él se cree sus mentiras, pues la gente ya no le para bolas. La palabra de Petro está devaluada: dice una cosa y hace otra, o simplemente promete lo que no va a cumplir; su nariz -como la de Pinocho- crece con cada mentira que echa sin ruborizarse. Prometió llevar agua por un gran tubo desde la represa del Ranchería hasta la Alta Guajira para solucionar la crisis del agua que sufren las comunidades del norte del departamento, y no ha cumplido. Prometió la construcción de un aeropuerto en pleno desierto guajiro, para potenciar el turismo en esta zona del país, y no ha cumplido. Ahora, anticipándose al día de los inocentes, promete un “tren bala” para La Guajira. ¿Imaginan ese tren matando chivos y a los hermanos wayuu pasando la factura millonaria de cobro por “la falta” cometida, porque ese chivo padrote iba a reproducir muchos chivos más y valía mucha plata?
Más de dos años del gobierno Petro y no ha cumplido a los guajiros ni con el tubo para el agua ni con el aeropuerto, y estas obras -como la canción de Silvio Brito- quedaron en “solo promesas”. La crisis del agua terminó enriqueciendo a altos funcionarios de su gobierno por cuenta de la corrupción en la UNGRD. La mentira es patológica en el presidente Petro; recordemos que mintió cuando dijo que no modificaría la Constitución y hasta firmó en mármol esa promesa y autentico ante notario público, pero después de elegido ganas de cambiarla no le han faltado para su beneficio (intención de reelegirse) y, lo peor, violando la Constitución. Prometió un tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla, obra que ha quedado en el aire como la casa de Escalona. Dijo que condonaría las deudas de los estudiantes con el Icetex y les hizo mamola; muchos jóvenes no han podido seguir sus estudios ya que los créditos se volvieron impagables. ¿Cómo creerle así a un presidente? Si el “tren bala” de La Guajira va a ser como el “tren aéreo” Buenaventura-Barranquilla, “Pinocho” Petro nos va a dejar viendo un chispero a los guajiros.
La firma de acuerdos sobre cultura, comercio y turismo celebrados con Haití -el país más pobre de América- parece otra inocentada del presidente. ¿Qué beneficios traerán esos acuerdos para Colombia? ¿Qué comercio tiene Haití? ¿Y de cultura y turismo qué aportarían estos sectores? ¿Turismo con Haití? Hágame el reverendo favor. Un país con una de las tasas más altas de homicidio del mundo, 40% de su población viviendo en absoluta pobreza; no es visitado por turistas por temor a que los secuestren o maten.
Haití no solo tiene una economía precaria sino una población con niveles de vida paupérrimos; inestable políticamente por la violencia e inseguridad producida por el asesinato de su presidente Jovenel Moise en 2021. Un país azotado por un terremoto en 2010 que mató a más de 200 mil personas. Una nación con escasa inversión extranjera y sin desarrollo turístico. ¿Qué cadenas hoteleras de ese país van a invertir en Colombia, y cuáles aerolíneas abrirán rutas a ese destino? Haití hoy está en estado de emergencia y, en vez de ser un país atractivo para visitar, es muy peligroso. Con un panorama tan tenebroso, es mejor no ir y el acuerdo turístico no va a estimular el turismo de colombianos hacia ese destino caribeño.
Haití, como parte de su cultura ancestral, practica la santería y rinde culto al vudú, la macumba y la magia negra. ¿Acaso es lo que nos van a traer los haitianos para culturizarnos con sus supersticiones y prácticas oscuras de hechicería? ¿O vienen a enseñarnos cómo “meter bareto” libremente como lo hacen en su cultura?
En materia comercial, Haití produce y exporta aguacate, banano, cacao y café, aceites vegetales y chatarra; esto mismo produce nuestro país. ¿Cuál es la gracia de comprar y vender lo que Colombia tiene? Es absurdo celebrar un acuerdo comercial para comprar lo que producimos.
El desarrollo turístico de La Guajira depende de buenos servicios públicos, infraestructura de bienes y servicios turísticos, vías de acceso terrestre en buenas condiciones; comunicación internacional a través del aeropuerto “Almirante Padilla”, variada oferta y calidad hotelera, seguridad para el turista, todo para insertar al departamento en el competitivo negocio del turismo; y no depende de promesas que no se realizarán.
Mientras en la costa paguemos las tarifas más altas por un pésimo servicio de energía, no habrá desarrollo turístico, y sin desarrollo no hay inversión, fuentes de trabajo, ni bienestar económico y social. Para que lleguen los turistas a Riohacha y nos dejen sus dólares, se necesita volver competitiva la ciudad como destino turístico atractivo. No es con inocentadas de construir un aeropuerto en el desierto o un “tren bala” cuando La Guajira necesita primero tener agua y energía eficiente y barata para su desarrollo turístico, sin lo cual no hay nada.
Feliz día anticipado de los inocentes. Me despido de los lectores de GUAJIRA NEWS hasta el próximo año, deseándoles Feliz Navidad y próspero Año 2025. Bendiciones.
